Aunque yo no sea un especialista en fotografía, a mí siempre me encantó ver fotos y fotografear.
Tengo una verdadera fascinación por el mar, la salida del sol, la puesta del sol y las cosas relacionadas con la naturaleza.
La naturaleza parece entender esto, y la mayoría de veces cuando estoy con mi cámara, ella se manifesta a mi lente, en su grandeza.
Momentos únicos, congelados para la eternidad, como si quisiésemos salvarlos como verdaderos tesoros.
No es solamente la belleza de lo que vemos en este momento, sino principalmente lo que estamos sintiendo en ese momento.
Aprendí que con la prisa del día a día, nuestra calidad de vida va decayendo cada vez más. ¿Dónde llegaremos así?
Entre las diversas opciones para revertir este cuadro, tenemos la opción de dirigir nuestra atención para la belleza de los pequeños detalles de nuestro entorno.
Al principio puede parecer un poco estraño, pero a veces, después de un día difícil en el trabajo, mirar el cielo durante algunos minutos, desconectarse de los pensamientos que le molestan y empezar a darse cuenta de pequeños detalles de las nubes, los últimos rayos del sol, los pájaros volando, la luna surgiéndose en el cielo, puede traer un buen alívio. Es una lástima que una cámara no pueda capturar todo esto al mismo tiempo.
¿Esta situación parece una locura para ti? Pruébala.
¿Tú no tienes tiempo para hacer esto? Hum... ¡No te cuento! Algun día tú lo tendrás.
( Texto y fotografía : Wilson Luiz Negrini de Carvalho )
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